
Puede parecer misión imposible pero no lo es.
Puede que resulte más fácil de lo que te imaginas.
El perdonar es una decisión, que puedes llevar a cabo o no. Tú construyes tu vida, tú puedes cambiarla. Tú tienes ese poder, porque eres la dueña /o de tu vida, de tu tiempo, de tus pensamientos y de lo que haces con ellos. Para liberarte con el perdón has de cambiar forma de pensar, tu forma de ver la vida, tus creencias e ideas acerca de una situación en particular o de una persona.
Podemos perdonarnos a nosotros mismos por nuestros supuestos errores y podemos perdonar a los demás por los suyos, más concretamente, por los que nos causaron algún tipo de daño. Si quieres puedes, sólo te tienes que dar licencia para ello. El querer es el primer paso para conseguirlo.
¿Por qué es tan difícil para algunas personas perdonar y perdonarse?
Por los siguientes motivos:
· Uno porque nos creemos en posesión de la verdad absoluta, nos convertimos en nuestros propios jueces implacables, que no dejan pasar ni el más mínimo error nuestro, ni de los demás.
· El problema suele estar en el tipo de pensamiento erróneo que solemos tener.
Al no tolerar el error, es señal de que en nuestro pensamiento, está la idea de que tenemos que ser perfectos, o actuar de una forma determinada, según nuestro criterio.
Las autoexigencias, nos pueden hacer sentir culpables, si no las podemos llevarlas acabo, o no nos sale como lo habíamos pensado.
Intentar en la medida de lo posible, evitar las frases que comiencen con: Tengo que... Debo de... Debería de... Tendría que... Te exigirán que hagas algo, y si no lo haces, te sentirás culpable o mal. Sustitúyelo por, necesitaría hacer, me vendría bien... voy a hacer... etc.
Somos muy exigentes con nosotr@s mism@s e incluso con los demás, el exceso de responsabilidad, perfeccionismo y autoexigencia, nos hace mas daño del que os podéis imaginar, y suelen ser el germen de mucho de nuestros problemas.
Esto nos lleva derechos al camino de la infelicidad por una razón muy sencilla, porque tendremos la sensación de no hacer bien del todo las cosas, y con él más mínimo error, nos inunda una sensación de fracaso, inutilidad y /o culpa.
Tenemos que tener en cuenta que la perfección NO EXISTE. Él equivocarte no te hace imperfecto, te hace humano. Perdónate la vida.
Reflexiona sobre este asunto, y verás como tu vida empieza a cambiar de forma muy positiva.
Todo cambio implica un esfuerzo, el que decida darlo comenzara un proceso positivo que le cambiará la vida.
· Un punto a tener en cuenta es que cuando pensamos que alguien nos ha decepcionado o fallado, en realidad no ha sido esa persona o situación, sino las expectativas que nos habíamos creado o imaginado. Esas expectativas las creas tú con tus pensamientos. No son reales, tú las has creado con tu forma de pensar. Eres tu quien ve la vida de una determinada manera y tú la que piensas que debe ser así. Pero que tú creas o pienses que deba ser así, no tiene porque serlo. No está escrito en ningún lado. Es ahí donde está el error, son nuestras expectativas a cerca de las situaciones de la vida, o de las personas con las que interactuamos las que nos decepcionan, no la persona en sí misma.
Cuando ese comportamiento no coincide con el que nosotros esperábamos o habíamos imaginado entonces, es cuando se crea la frustración o decepción, u ofensa. A veces idealizamos, o esperamos tanto de una persona, que las posibilidades de decepcionarnos se multiplican solas. Porque la ponemos en un pedestal y las personas no son perfectas y como dueñas de su vida harán lo que crean que deban de hacer. Lo mejor que pueda y que sepan en ese momento.
Las personas deben de ser libres para actuar como quieran, no podemos exigirles que sean como nosotr@s queremos que sean. Si eso ocurriese dejarían de ser ellas mism@s. Las personas no nos decepcionan, simplemente se comportan como ell@s creen conveniente, como dueñ@s de su vida que son.
· Porque nos centramos en el dolor, en la rabia o en la impotencia. Esto te atrapa en el pasado, revives una y otra vez el dolor inicial y no permites que la herida se cierre. No puedes cerrar capítulo. Esto no te permite vivir el presente. Crea un sufrimiento innecesario. La vida no es dolor, no tenemos porque sufrir. Aprendamos a fluir con la vida, a dejarnos llevar por la magia del momento. Vivir es un hermoso regalo que nadie nos ha enseñado a disfrutar, pero que nunca es tarde si la dicha es buena.
¿Cómo podemos aprender a perdonar y perdonarnos?.
Se puede aprender en la vida de dos formas distintas:
· Desde el amor a uno mismo y hacia los demás, me explico, desde la observación y conocimiento tanto de uno mismo, como de los demás. Para ello es importante aprender a no juzgadnos, ni juzgar a los demás. Es preciso intentar comprender porque nos comportamos de una determinada manera, cuáles son los verdaderos motivos y a raíz de ahí trabajar con lo que descubramos, que pueden ser miedos, inseguridades, conflictos internos... De igual forma, es importante intentar ponernos en el lugar de la otra persona intentando averiguar porque se comporto de esa forma que nos hizo daño o nos molesto. Te sorprenderías saber que aunque tú creas lo contrario, esa persona no tiene nada en contra tuya. No quiso hacerte daño, no es nada personal, es el dolor y el daño que tiene en su interior la que lo /a ciega, y descarga su dolor, veneno, rencor, ira o rabia, con el primero que se le cruza, no elige a sus posibles "victimas". El problema es que está sufriendo, no tiene paz en su alma, no puede desprender amor porque no lo siente, solo expresa lo que tiene en su interior. No puede mostrar en ese momento otra cosa mejor, porque se siente perdido /a.
EJ. Al igual que cuando un perro nuestro al que adoramos, contrae la rabia y nos ataca e incluso puede herirnos de gravedad. No solemos echarle la culpa al perro, aunque tengamos que sacrificarlo porque no haya cura. No le guardamos rencor al perro, pues de no haber contraído la enfermedad, sabemos que nos quiere y que no nos atacaría si estuviera bien. Pues de igual modo, la ira, el dolor, el sufrimiento, la venganza, la envidia, todos los sentimientos negativos, que se pueden colar en nuestro interior por algún motivo o causa, actúan como la "rabia en el perro", vuelve ciego a quien lo posee y no le permite ver lo que hace ni a quien se lo hace. A diferencia de la rabia de los perros, esta "rabia"de los humanos si tiene cura. Y se cura a través del perdón, del amor. Y sólo puede surgir el perdón y el amor en nosotros y hacia los demás cuando dejamos de juzgar las acciones de los demás e intentamos comprenderlos. Intentando averiguar porque se comportan así, y sabiendo que esta ciego de dolor rabia ira, que no somos su blanco, simplemente nos cruzamos y nos tocó. No tiene nada en contra de nosotros. Al igual que nuestro perro esta ciego por una enfermedad que lo corroe por dentro y no lo deja vivir en paz. A nosotros nos puede pasar lo mismo.
· Desde el dolor, es la forma más habitual de aprender porque es la que nos enseñan.
Cuando una persona se cierra en el pasado, se le escapa la vida entre las manos. No vive en el presente, que es lo único que podemos controlar y sobre lo que actuar.
El aferrarte a los errores tuyos o al de los demás no te deja avanzar, te carga de energía negativa, que te bloquea y no te deja vivir ni disfrutar el presente.
El sentimiento de culpa, el rencor, la ira, el miedo... entre otros, es una carga innecesaria que nos fatiga, y nos roba la ilusión. Y sólo cuando tocamos fondo, o nos toca una situación dura de vivir, es cuando conseguimos sacar el aprendizaje.
Sería más fácil y menos doloroso empezar a aprender desde el amor, desde la comprensión, desde la comunicación...
¿Por qué es importante perdonarse y perdonar?
Imaginaros que tenéis una mochila y que cada vez que no os perdonáis algo o no se lo perdonáis a los demás, metéis dentro de la mochila, una patata, evidentemente mientras más patas tengáis, más peso llevareis en vuestra mochila, el problema es que este exceso de peso empieza a producir cansancio, malestar... y esa carga con el tiempo si no se libera se pudre dentro y nos causa enfermedades.
Eso es lo que pasa cuando no perdonamos, que esa carga nos pasa factura, cada vez que recordamos lo ocurrido, lo volvemos a vivir con la misma intensidad, el dolor, rabia e indignación, etc., no desaparece, se queda ahí como una carga que nos fatiga y que nos bloquea y desgasta a nivel energético. Perdonarnos no es más que reconocer que somos humanos, que equivocarse es algo normal. No juzgadnos por ello. Es otra forma de aprender aunque más dura y dolorosa.
El pasado quedó atrás, ya nada podemos hacer por arreglarlo, pero si podemos intentar no volver a cometer esos errores aprendiendo de ellos. Castigándonos, no arreglamos NADA, sólo genera sufrimiento.
¿Estás dispuest@ a dar ese paso?
Es importante tener en cuenta que tenemos nuestra parte de responsabilidad sobre el dolor que sentimos.
Somos los responsables de que lo que ocurrió nos hiciera DAÑO, AL DARLE A ESA PERSONA ESE PODER, y somos los responsables de que a día de hoy sigan haciéndonos daño, porque al recordar ese dolor una y otra vez, permitimos que esa persona nos siga haciendo daño al recordarlo. Le concedemos ese poder. Nos aferramos a él sin darnos cuenta del daño que nos produce y de que el presente y la felicidad se nos escapa entre los dedos.
Lo más importante es tener en cuenta que "el pasado ya se fue, que deben soltarlo, dejarlo ir".
¿Qué consecuencias pueden generarse de no saber perdonarnos?
Cantidades alarmantes de enfermedades físicas, mentales y espirituales.
Al no perdonarnos cargamos un bulto sobre nosotros todo el tiempo. Al no soltar ese peso no nos alimentamos bien, se generan los rencores, odios, se revierten enfermedades físicas porque el 80% de ellas son psicosomáticas.
Esos miedos, esa ira, generan gastritis, cáncer, úlcera, problemas de colon.
El estreñimiento, el dolor de cabeza, la angustia permanente que se da sin entender por qué, son problemas físicos conectados a lo emocional.
La culpa es una emoción muy poderosa, misma que nos empequeñece. La culpa en sí, por decirlo de alguna manera, cierra los sistemas de energía de tu cuerpo y por lo tanto disminuye y en casos extremos, bloquea el flujo de la Energía y el Amor Divinos hacia todo el cuerpo.
Beneficios de saber perdonar y perdonarse.
1. El cuerpo se beneficia porque ya el páncreas no generará toxinas que lo intoxiquen.
2. Deja a un lado las culpas, el odio y el rencor hacia usted mismo. Esto le ayuda a recuperar su autoestima y volver a creer.
3. Logra la paz interna mediante el perdón.
4. Recupera la capacidad de amar.
5. Recupera la tranquilidad.
6. Logra la armonía
7. Tiene salud física
8. Su salud mental le regala paz.
9. Puede disfrutar de la belleza de la vida.
10. Irradia alegría ante los demás.